Marcos nos ofrece un cuadro animado, con
detalles que imprimen
colorido a la escena e
invitan a admitir el recuerdo de un acontecimiento histórico. Esto hace también
pensar en una tradición de origen judío-cristiana, palestinense y de lengua
aramea.
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Mientras estaba hablando llegan de la casa del jefe de la sinagoga unos
diciendo: "Tu hija ha muerto; ¿para qué molestar ya al Maestro?" 36 Jesús, que oyó lo que habían
dicho, dice al jefe de la sinagoga: "¡No temas! ¡Solamente cree!".
La gente piensa que el poder de Jesús no
puede ir más allá de la muerte (Jn 11,21.32). Pero Jesús reacciona: "¡No temas! ¡Solamente cree!". Fe, es sólo lo que Jesús pide. Una fe vigorosa echa fuera todo temor. En Jesús
hay también un poder de resurrección.
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Y no permitió que nadie lo acompañara, a no ser Pedro, Santiago y Juan, el
hermano de Santiago. 38 Llegan a la casa del jefe de la sinagoga y
observa el alboroto, unos que lloraban y otros que daban grandes alaridos. 39
Entra y les dice: " ¿Por qué alborotáis y lloráis? La niña no está muerta;
está dormida". 40 Y se burlaban de él. Pero él, después de
echar fuera a todos, toma consigo al padre de la niña, a la madre y a los suyos,
y entra donde estaba la niña.
Jesús se aparta de la gente e inclusive
deja a sus discípulos. Sólo toma consigo a Pedro, Santiago y Juan, quienes lo
acompañarán también más tarde como testigos de la Transfiguración (9,2) y de la
agonía en Getsemaní (14, 33). Manda fuera a flautistas y plañideras, y entra a
donde estaba la niña sólo con las cinco personas mencionadas.
"La criatura no ha muerto, sino
duerme". Con
esta palabra—que malamente los presentes aprovechan para burlarse de Jesús—,
él intenta tal vez disminuir la espectacularidad de lo que va a suceder. El NT llama frecuentemente "sueño" a la muerte
(Mt 27,52; 1Co 11,30; 15,6; 1Ts 4,13-15).
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Y tomando la mano de la niña, le dice: "Talitá, kum ", que quiere
decir: "Muchacha, a ti te digo, levántate". 42 La muchacha se levantó al instante
y se puso a andar, pues tenía doce años. Quedaron fuera de sí, llenos de estupor 43 Y les insistió mucho en que nadie
lo supiera; y les dijo que le dieran a ella de comer.
Una vez más aparece el contacto físico de
Jesús, unido a su palabra poderosa. Toma de la mano a la niña y le dice en
arameo: "¡Talitá,
kum!" = "¡Muchacha, levanta te!" Y al instante se puso de pie. Una serie
de verbos: "dormir, despertarse-levantarse, ponerse de pie", son ya
un anuncio de la resurrección espiritual que el cristiano recibe mediante el
bautismo (Ef 5,14).
La niña tenía doce años, igualando así el
tiempo de
enfermedad de la
hemorroísa. La gente queda llena de temor
religioso (1,27). La resurrección de la hija de Jairo manifiesta la
trascendencia de Jesús, que supera aun a los dos grandes profetas del AT: Elias
y Elíseo (IR 17,17-24; 2R 4,8-37). Mientras que Marcos insiste en el "secreto
mesiánico", Mateo alude a la fama que corrió a causa del acontecimiento.
Mateo cuenta la resurrección de la hija
de Jairo en un relato breve y conciso. Desde un principio, el evangelista nos
había dicho que la niña estaba ya muerta. Lo que ahora intenta es mostrar la majestad
y la soberanía plena de Jesús. Aparece él solo, y la niña. Y, sin dirigirle
palabra alguna, la tomó de la mano; y al punto ésta se levantó. Luego,
pausadamente, Mateo comenta: "Y se divulgó esta noticia, por toda aquella comarca ".
La narración de la hemorroísa y de la
resurrección de la hija de Jairo muestran al vivo el interés salvífico de Jesús
en favor de la mujer, no importe la edad que tenga. En el nuevo Israel no habrá
distinción entre varón y mujer, como tampoco entre judío y gentil.
ACTUALIZACION
Señor Jesús:
¡Cuántas
veces nos hemos encontrado a punto de morir!
Y ¡cuántas hemos estado ya
espiritualmente muertos!
Pero ahora
queremos hacer caso a tu palabra:
"¡No temas; solamente ten
fe!"
Quítanos los temores y acrecienta nuestra
fe.
Tómanos de la mano, Jesús, y despiértanos del sueño de nuestra enfermedad o muerte.
Dinos con imperio: "¡Levántate!"
Así seremos capaces de seguir adelante en
el caminar de nuestra vida.
Amen.