jueves, 29 de mayo de 2014

LA ASCENCIÓN DEL SEÑOR

LA ASCENCIÓN DEL SEÑOR

Hoy es la fiesta suprema del misterio de Jesús, uno pensaría que sería la Navidad, o el Jueves Santo, o la Resurrección. Sin embargo ni con la Resurrección estaba completado el misterio de la acción salvífica de Jesús.

Jesús para terminar su misión sería no solo resucitado, sino exaltado y sentado a la derecha del Padre (esto es una imagen), la cita que hace Pedro es imaginativa, lo esencial es que Jesús fue hecho Señor del universo entero, de la creación, tanto espiritual como material.
Fue hecho Señor del Universo por su humanidad, Jesús encarnado, lo hizo por su unción Rey de Reyes (palabras terrestres), y lo hizo Sumo Sacerdote para siempre, por lo que está intercediendo por nosotros continuamente en el cielo

No hay fiesta para Jesús como la del día de hoy, pero como es de otro mundo, ni la conocemos, ni la valoramos, Jesús no solo subió, y la nube se lo llevó, no, El estaba en el Padre desde la eternidad, y Jesús, verbo encarnado es constituido por el Padre:

EL SEÑOR (humano)
EL SEÑOR DEL UNIVERSO ENTERO. (Del Cosmos). REY DE TODOS LOS REYES (rey de reyes) SACERDOTE POR TODA LA ETERNIDAD.

No lo comprendemos porque es el misterio de los misterios. Y este misterio fue la donación del Espíritu Santo, que le dio el Padre en toda su plenitud.

Al Jesús nuevo, resucitado, exaltado, le regala Dios Padre lo máximo que le podía dar, le regala una vez más el Espíritu Santo, y Jesús recibe del Padre, la plenitud del Espíritu Santo, para que El lo pueda derramar en el mundo entero a quienes le abran su corazón.

Les dice Jesús a los Apóstoles: No se vayan de Jerusalén, esperen, porque les espera un día glorioso; ya les podía dar el Espíritu Santo, pero no entenderían, pero tal vez si esperan, entiendan un poco mas.

Y en Pentecostés:
¡IRRUMPIÓ EL ESPÍRITU SANTO CON LA FUERZA DE DIOS!..

El Espíritu Santo puede descender como liberación, como sanación, pero en Pentecostés descendió como FUERZA de Dios, y realiza lo que Dios quiere, y llenó a los Apóstoles también y los transformó desde dentro.

Se requiere el Bautismo con que Jesús fue bautizado, y él mismo nos bautiza, para ser transformados, nosotros no podemos hacerlo, es el Espíritu de Dios el que puede hacernos cambiar el corazón.
Pero quien tiene una vida difícil, las palabras las escucha, pero... ni en su corazón, ni en el mío podrán ser palabras sabias, son palabras de sabiduría, pero son ineficaces si el poder del Espíritu personal de Dios no entra y hace realidad lo que nosotros aprendimos con la mente, es la gran tragedia, no depende de nosotros, sino del Espíritu Santo.

Pero siempre que tengamos un corazón abierto...pero eso es otra gracia de Dios, lo podemos solicitar para darle cabida en el corazón, y que realice lo que solo El puede realizar. No lo digo para perturbarlos, sino para que den esa enseñanza a la gente, como lo hizo Jesús con sus Apóstoles, sin ello no podemos hacer nada.

Los Apóstoles tuvieron un retiro espiritual en la sala alta, el Cenáculo, los 10 días anteriores a 
Pentecostés, permanecieron con María en oración, sí salían, pero lo indispensable.

Pero de improviso, El los bautizó con el Espíritu Santo y comenzó la grande transformación del universo entero. Este mundo trágico en que vivimos, en el que hay trigo y cizaña en el campo que es necesario separar.

Hoy es el día mas importante para Jesús, y para nosotros, hoy recibió sus títulos de:
Señor del Universo (dueño). Rey de todos los reyes Grande Sacerdote para la eternidad.

Un cristiano que sabe esto no sufre por el mundo ni por lo que pasa en el, la victoria está ganada aunque haya trigo y cizaña.
Lo hemos esperado durante XX siglos, y llegará a nosotros el Verbo hecho carne en su Parusía. Los ángeles les dijeron:
Varones de Galilea, como le vieron subir, vendrá. 
¡VEN SEÑOR JESÚS!
fragmento de la homilia pronunciada el17 de mayo del 2007, en la capilla del CEFEJ