miércoles, 15 de febrero de 2017

II. VINO NUEVO EN ODRES NUEVOS*

 Mc 2,21-22; Mt 9,16-17; Lc 5,36-39.

Después de la parábola de los amigos del esposo Marcos y Mateo hilvanan algunos logia del Señor, que Lucas ofrece como parábolas "Decíales también una parábola..."
Con la simple lectura de los textos se verá que Lucas ha hecho un ligero cambio, con la intención -tal vez- de clarifi­car la palabra de Jesús. El logion del vino es igual en los tres Sinópticos.

MARCOS
"Nadie cose un remiendo de paño crudo en un ves­tido viejo; de lo contrario la añadidura tira de él, lo nuevo de lo viejo, y se hace un desgarrón peor.
Y nadie echa vino nuevo en pellejos viejos; de lo contrario el vino romperá los pellejos y el vino se pierde, y los pellejos. Sino que vino nuevo en pelle­jos nuevos".
                                
                                MATEO
Ahora bien, nadie echa un remiendo de paño crudo a un vestido viejo; pues la añadidura tira del vesti­do y se hace un desgarrón peor.
Ni echan vino nuevo en pellejos viejos; de lo con­trario ciertamente se rompen los pellejos y el vino se derrama y los pellejos se pierden. Sino que echan el vino nuevo en pellejos nuevos y unos y otros se con­servan".

LUCAS
Ahora bien, les decía también una parábola: "Nadie echa un remiendo, desgarrándolo de un vestido nuevo, en un vestido viejo; de lo contrario cierta­mente desgarrará el nuevo y al viejo no le irá el remiendo del nuevo ".
Y   nadie echa vino nuevo en pellejos viejos; de lo contrario ciertamente el vino nuevo romperá los pellejos y él se derramará y los pellejos se perderán. Sino que el vino nuevo hay que echarlo en pellejos nuevos.
Y   nadie, habiendo bebido añejo, quiere nuevo; pues dice : 'El añejo es el bueno '.

Pues bien: El sentido global de estos "dichos" de Jesús, tomando en cuenta su contexto redaccional, es el siguiente: "Mediante estas comparaciones, Jesús quiere enseñar que para recibir su doctrina, entrar en la vida nueva que él inau­gura, sus discípulos deben estar animados de un Espíritu nuevo, incompatible con la estricta observancia de tradiciones farisaicas desprovistas de autoridad real. En esta hora de su ministerio, Jesús debe desprender a sus discípulos de todo lazo sectario para adherirlos a él solo como Maestro. Pero el principio ha sido puesto. Un día vendrá en que, a la luz con­junta del Espíritu Santo y de la experiencia cristiana, no será solamente las observancias farisaicas, sino el Judaismo mismo, el que aparecerá a los discípulos como una vestidura gastada que no se puede coser al Cristianismo: la Iglesia se separara de la Sinagoga" (Bible de Jerusalem, St. Marc, p, 19).
Lucas termina esta sección del vino nuevo en odres nucvos, añadiendo un logion que le es propio:
"Y nadie, habiendo bebido añejo, quiere nuevo; pues dice: 'El añejo es el bueno': v. 39.
¡Reflexión estimulante...! Prefieren lo añejo de las obser­vancias legales a la novedad de las enseñanzas de Jesús. Tan! satisfechos están del vino viejo que no quieren ni siquiera probar el vino nuevo...


*Salvador Carrillo Alday M.Sp.S. LAS PARÁBOLAS DEL EVANGELIO. pags. 74-76 Instituto de Pastoral Biblica. México, 2011



jueves, 2 de febrero de 2017

LOS AMIGOS DEL ESPOSO (Mc. 2,18-20; Mt. 9,14-15;Lc.5,33-35)*

Además del capítulo dedicado a las Parábolas Mc. 4, encontramos en Marcos cuatro parábolas más, diseminadas a lo largo de su Evangelio, que son también patrimonio de Mateo y de Lucas. Pertenecen pues, a la triple tradición.

1. LOS AMIGOS DEL ESPOSO (Mc. 2,18-20; Mt. 9,14-15;Lc.5,33-35).


MARCOS

18 Como los discípulos de Juan y los fariseos solían ayunar, vinieron a preguntarle: «¿Por qué tus discípulos no ayunan, siendo así que los discípulos de Juan y los de los fariseos practican el ayuno?» 
MATEO

14 Entonces se le acercaron los discípulos de Juan y le dijeron: «¿Por qué tus discípulos no ayunan, siendo así que nosotros y los fariseos practicamos el ayuno?» 


LUCAS
33 Ellos le dijeron: «Los discípulos de Juan ayunan frecuentemente y recitan oraciones, igual que los de los fariseos, pero los tuyos no se privan de comer y beber.» 

La pregunta de los discípulos de Juan es del todo verosímil. Más de una vez, la actitud de Jesús, tan abierta hacia los pecadores y tan llena de humanismo y misericordia : Mt. 11,18s. debió escandalizar a los contemporáneos. El mismo Bautista juzgó juzgó oportuno enviarle a preguntar en una ocasión: "¿Eres tú el que ha de venir ó debemos esperar a otro?" Mt. 11,3

LA RESPUESTA  DE JESÚS:  Mc. 19; Mt. 15a; Lc. 34

MARCOS
19 Jesús respondió: «¿Pueden acaso ayunar los invitados a la boda mientras el novio está con ellos? Mientras tengan consigo al novio no pueden ayunar. 

MATEO

Y les dijo Jesús: "¿Acaso pueden estar afligidos los hijos de la sala nupcial? en tanto que está con ellos el novio?".

LUCAS
34 Jesús respondió: «¿Podéis acaso hacer ayunar a los invitados a la boda mientras el novio está con ellos? 

Esta parábola se comprende a la luz  de las costumbres judías orientales. El día de la boda 
tiene lugar una ceremonia que se desarrolla en dos partes. La primera se celebra en casa de la novia: cfr Gn29,21-22; Jue 14,8-10: Tb 7,109,7. "Después de danzas y otras diversiones que llenan el día, tiene lugar la cena de nupcias, cuando la noche ha caído. A la luz de antorchas, la joven novia es introducida en casa de su novio. Un mensajero viene a anunciar finalmente la llegada de éste, el cual hasta entonces había debido permanecer cerca de la casa. Las mujeres dejan sola a la novia y van con antorchas al encuentro del novio que aparece a la cabeza del cortejo de sus amigos. (J. Jeremias)

Estos amigos del novio son "los hijos de la recámara nupcial", que acompañan al nuevo esposo en su fiesta. En un día de tal alegría, en un momento de tanto regocijo. ¿pueden los amigos del novio ayunar? ¡Sería absurdo! 

Pues bien: Con Jesús ha llegado la hora de las nupcias mesiánicas. Es tiempo de profunda alegría y desbordante regocijo, porque comienzan a cumplirse las profecías antiguas: cfr Mt.11,3-6. ¡El Mesías está aquí! ¡No es momento de ayunar...!

*Salvador Carrillo Alday M.Sp.S. LAS PARÁBOLAS DEL EVANGELIO. pags. 69--72 Instituto de Pastoral Biblica. México, 2011