2.—LOS DOS DEUDORES: w. 40-43.
Ante esta situación, Jesús pide a Simón
la palabra y éste se la concede. Jesús le propone una parábola en términos muy
claros y le pide a Simón que él mismo deduzca la conclusión. Es claro: la
parábola va dirigida directamente a Simón que critica en su interior la
benevolencia de Jesús y su aceptación de los pecadores.
"Simón, tengo algo que decirte".
El dijo: "Di, maestro". "Un acreedor tenía dos deudores: uno
debía quinientos denarios y
el otro
cincuenta. Como no tenían
para pagarle, perdonó a los dos. ¿Quién
de ellos
le amará más?". Respondió Simón: "Supongo que aquel
a quien perdonó más". El le dijo: "Has juzgado
bien": w.40-43.
Es de saber que en hebreo y en arameo no hay una
palabra para decir "gracias", pero, cuando es necesario expresarlas,
otros términos suplen esa carencia. Es el caso del verbo "amar" en el v. 42. Por eso, el significado de la
pregunta de Jesús es: ¿Quién
de ellos le estará más agradecido? Simón
contesta siguiendo el dictamen del sentido común: "Supongo que aquél a quien condonó
más". Y Jesús acepta la
conclusión: "Haz juzgado
bien".
3.—'TUS PECADOS ESTAN PERDONADOS.,.": vv. 44-50.
Y, volviéndose
hacia la mujer, dijo a Simón: "¿Ves a esta mujer?
Al entrar en tu casa no me diste agua
para los pies: ella, en cambio, ha mojado mis pies con lágrimas,
y los ha secado con sus cabellos. No me diste el
beso;
ella,
desde que entró, no ha dejado de besarme los pies. No ungiste mi cabeza con
aceite; ella ha ungido mis pies con perfume. Por eso te digo:
¡Perdonados están sus pecados —sus muchos—
(pecados) porque ha amado mucho! A quien poco se le perdona, poco ama": w.44-47.
Impresionante reclamo, punto por punto. A las
tres omisiones de Simón el fariseo, el bueno, el puro, el justo..., responden
las expresiones de intenso amor y de gratitud humilde de la pobre pecadora. Los
"pies de Jesús" son mencionados hasta tres veces.
Y allí está: arrepentida por
haber ofendido a Dios y amando a profusión, humildemente segura de alcanzar,
también ella, el
perdón de Jesús. Y sus lágrimas y sus besos son a la vez ricas
expresiones de amor y de fe, de arrepentimiento y de
gratitud, que se
entrelazan y entremezclan.
En otras palabras, el caso concreto de la mujer
supera las leyes estrictas de la parábola, y si algo prevalece es la
manifestación de un inmenso amor hacia Jesús.
Jesús
no tiene más que dirigirse a ella y decirle, con toda su ciencia y su
autoridad:
"
¡Perdonados están tus pecados!": v.
48
El perfecto "perdonados están" indica
el estado actual en que se encuentra la mujer. Sus pecados no existen ya. Jesús se los ha
perdonado.
Ante tales palabras de Jesús, "los comensales comenzaron a decirse para sí:
¿Quién es éste que hasta perdona los pecados?": v. 49.
"La admiración de los asistentes hubiera
podido ser aun mayor. No solamente Jesús perdona los pecados con su autoridad,
lo que superaba la idea común sobre el Mesías; sino que mira como dirigidos a
Dios los actos que la pecadora ha hecho a su persona. El es el acreedor divino
que perdona" (Lagrange). Pero el gesto de los presentes, probablemente también
Fariseos, no es sólo de admiración, sino de crítica y de inaceptación: cfr Mc
2,17; Lc 5,21.
Pero, sin hacer más caso, Jesús se dirige
de nuevo a la mujer y le dice: "Tu
fe te ha salvado. ¡Vete en paz!": v. 50. Si esta frase puede ser una conclusión
generalizante: Lc 8,48, Lucas la ha colocado aquí con gran sentido teológico.
La mujer oyó la palabra de Jesús y la aceptó. Esa
semilla germinó en su corazón, y vino a él llena de fe y de confianza. De su
interior brotaron sentimientos de arrepentimiento y de dolor, de grande amor y
de inmensa gratitud. ¡Su fe la salvól No quiere esto decir que la fe esté sobre
la caridad, sino que ésta la presupone.
¡Vete en paz! La mujer puede irse ya con el corazón rebosante
de profunda paz; puede tener la seguridad plena de que Dios le brinda su
amistad.
Salvador Carrillo Alday M.Sp.S. LAS PARÁBOLAS DEL EVANGELIO. pags. 139-142 Instituto de Pastoral Biblica. México, 1992
Salvador Carrillo Alday M.Sp.S. LAS PARÁBOLAS DEL EVANGELIO. pags. 139-142 Instituto de Pastoral Biblica. México, 1992