Notando
cómo los invitados elegían los primeros puestos, les dijo una parábola:
"Cuando seas convidado por alguien a
una boda, no te pongas en el primer puesto, no sea que haya sido convidado otro
más distinguido que tú, y viniendo el que os convidó a ti y a él, te diga:
'Deja el sitio a éste'; y entonces vayas a ocupar avergonzado el último puesto."
Al contrario, cuando seas convidado, ve a
sentarte en el último puesto, de manera que cuando venga el que te convidó, te
diga: 'Amigo, sube más arriba'. Y esto será un honor para ti delante de todos los
que estén contigo a la mesa.
Porque todo el que se ensalce será humillado; y el que se humille,
será ensalzado": vv 7-11.
La presente pieza literaria es una
parábola en sentido amplio; responde al Mashál hebreo que es susceptible de muchos
sentidos, v.gr.: un dicho de sabiduría práctica. Jesús se sirve de la tradición
vétero-testamentaria para expresar su pensamiento: cfr Pr 25,6-7.
Pero ¿cuál
habrá sido la finalidad de Jesús al pronunciar su parábola?
Según la introducción de Lc v. 7, Jesús
la pronunció a propósito de un banquete. No es difícil
colegir que en él hubiera Escribas, los cuales gustaban ocupar los primeros
sitios tanto en la Sinagoga como en los festines: Lc 20,46. Pues bien: ¿querría
Jesús criticar la conducta de los Escribas y dar positivamente una simple
lección de humildad?
* Una lección, valedera para
todos los tiempos y para todo mundo, puede extraerse de las palabras de Jesús,
sobre todo teniendo en cuenta la conclusión que encierra grande sabiduría
popular y buena dosis de sentido común.
* Sin embargo la parábola posee un valor escatológíco. Las formas pasivas "será humillado" y "será exaltado", tienen por sujeto a Dios. Se trata de la exaltación del humilde y del abajamiento del soberbio
en el Ultimo Día. Es una amonestación para no confiar en la justicia propia:
Lc 18,9, sino presentarse con humildad ante Dios: Lc 18,13.
Salvador Carrillo Alday M.Sp.S. LAS PARÁBOLAS DEL EVANGELIO. pags. 154-155 ISE. México, 1992.