jueves, 12 de abril de 2018

VI — LA PUERTA ESTRECHA Y LA PUERTA CERRADA: Lc 13,22-30.


1.—LA PUERTA ESTRECHA: vv. 22-24.
"Atravesaba ciudades y pueblos enseñando, mientras ca­minaba hacia Jerusalén. Uno te dijo: 'Señor, ¿son pocos los que se salvan?' El les dijo: 'Eforzaos por entrar por la puerta estrecha, porque os digo, muchos pretenderán entrar y no podrán ": vv. 22-24.
A la pregunta especulativa sobre el número de los ele­gidos, Jesús no responde directamente, sino que prefiere ex­hortar al "esfuerzo" personal para ser contado finalmente en­tre ellos. La "puerta es estrecha", por lo tanto se requiere tra­bajo, empeño, búsqueda, oportunidad, para pasar por ella.
El final de este logion: "Muchos pretenderán entrar y no podrán", permitió el enlace para la parábola que sigue.
  
2.—LA PUERTA CERRADA: vv. 25-27.

"Cuando el dueño de la casa se levante y cierre la puerta, os pondréis los que estéis fuera a llamar a la puerta, diciendo: '¡Señor, ábrenos!' 'No sé de donde sois'. Entonces empezaréis a decir: 'Hemos comido y bebido con­tigo, y has enseñado en nuestras plazas', Y os volverá a decir: '¡Apartaos de mí, todos los agentes de injusticia'": vv 25-27.
Esta es una parábola de vigilancia. Hay que estar atentos y preparados: de lo contrario, podría ser tarde. Para entrar
al Festín Mesiánico, no basta haber estado con Jesús, ni haberlo escuchado; es necesario haber puesto en práctica sus enseñanzas: 11,28.


3,—EXCLUSION DE ISRAEL Y ADMISION DE
LOS GENTILES: vv
28-29.  
"Allí será el llanto y el rechinar de dientes, cuando veáis a Abraham, Isaac, y Jacob y a todos los Profetas en el Reino de Dios, mientras a vosotros os expulsan fuera. Y vendrán de oriente y occidente, del norte y del sur, y se pondrán a la mesa en el Reino de Dios": vv 28-29.

           Israel ha sido negligente en recibir a Jesús, heraldo del Reino de Dios; más aún, lo ha rechazado. Por lo tanto, Israel será expulsado del Banquete Mesiánico.
Por el contrario, gente venida de las cuatro partes del mundo: oriente, occidente, norte, sur, participarán del Reino de Dios con Abraham, Isaac, Jacob y los Profetas.
Una conclusión general cierra todo el pasaje:
"Y he aquí que hay últimos que serán primeros, y hay pri­meros que serán últimos": v. 30.



Salvador Carrillo Alday M.Sp.S. LAS PARÁBOLAS DEL EVANGELIO. pags. 153-154 ISE. México, 1992.