jueves, 6 de marzo de 2014

2 de marzo del 2014

HOMILÍA DE LOS DOS CAMINOS[1]
            Dt 30, 15-20

Actualización del Deuteronomio cuando el pueblo de Israel iba a entrar en la tierra prometida.
Nosotros ayer, Miércoles de Ceniza, entramos a un misterioso tiempo litúrgico.
El Demonio pone una resistencia: "pobre de ti", hombre ¡No le hagas caso!
La Cuaresma es tiempo de invitación a la intimidad con Jesús.
Uds. qué creen, ¿Jesús vivió mas su penitencia o su intimidad con Dios?
Vivió más esto último, es un precioso tiempo de intimidad con Dios, no tanto de penitencia y conversión; ¡si has intimado con Dios ya estás convertido!, estás feliz, alegre y en intimidad con Dios, será la cuaresma más bella. Vas a entrar a la tierra prometida:
Cumple lo que te digo porque es para el bien tuyo y tu felicidad, si no tomas el camino de la muerte. Yo te señalo el camino de regreso a una vida feliz. Entra por el hermoso camino de la intimidad conmigo; "elige la vida y vivirás". ¡Cómo quisiéramos tener la capacidad de elegir la vida a la que nos invita Dios!
La vida a la que nos invita el Diablo es sombría y tétrica, la eliminamos por no ser cierta.
La vida a la que nos invita Jesús es una clarísima nube blanca, son días de felicidad pensando en Dios.
Yo los quiero a todos, sean felices, escoge la vida y vivirás, no la muerte.
Ojalá escojas la vida, puedes acoger o rechazar…




[1] Homilía pronunciada por el P. Salvador Carrillo Alday, Ms. Sp. S. el 2 de marzo del 2006 en la capilla del CEFEJ, Moneda 86ª en Tlalpan D. F. México.