Este milagro, realizado en día de
shabbat, es paralelo a la sanación del hombre de la mano seca, y la lección es
muy similar (Lc 6,6-11; Mt 12,9-14; Mc 3,1-6). Además, está en cercana relación
con la sanación de la mujer encorvada (Lc 13,10-17), formando como un díptico,
en el que se enfatiza la misma actitud compasiva de Jesús y su misión salvífica
y liberadora.
14,1 Y sucedió que, habiendo ido en sábado a casa de uno de los jefes
de los fariseos para comer, ellos le estaban observando. 2 Había
allí, delante de él, un hombre hidrópico. 3 Entonces preguntó Jesús
a los legistas y a los fariseos: "¿Es lícito curar en sábado, o no?" 4
Pero ellos se callaron. Entonces le tomó, le. curó, y le despidió. 5
Y a ellos les dijo: "¿A quién de vosotros se le cae un hijo o un buey a un pozo en día de
sábado y no lo saca al momento ?"6 Y no pudieron replicar a esto.
Hay que atender a las circunstancias
especiales en que Jesús hace esta curación. Era shabbat, y él había sido
invitado por uno de los jefes de los fariseos a comer. La reunión era de
carácter socio-religioso. Allí también estaban presentes "legistas", hombres especializados en el conocimiento
de la Ley. El enfermo de hidropesía era muy probablemente uno de los
comensales.
El hecho supone que los asistentes habían
entrado en animada discusión acerca de la inteipretación de la ley del reposo
sabático: ¿Cómo hay que interpretar el mandato de la Toráh?
Jesús aprovecha la ocasión para hacer, no
una interpretación académica con sólo palabras, sino una impactante
interpretación en acto. Pone primero una pregunta provocadora: "¿Es lícito curar en sábado, o
no?" Nadie
responde nada. ¿Cómo iría a recibir el enfermo allí presente una respuesta
negativa de quienes compartían el mismo banquete sabático? Al permanecer todo
mundo en silencio: Jesús entra en acción: toma al enfermo hidrópico, lo sana y
lo despide (en paz).
En seguida expone la argumentación que
justifica la obra realizada. Y, acudiendo al plano existencial de la vida
concreta, deja a los legistas-fariseos sin poder replicar: ¿Quién de vosotros
no actúa en sábado, si su hijo o su buey se le cae en un pozo?
ACTUALIZACIÓN
Oh Jesús:
Tu nombre y tu misión, Señor es salvar,
¡Tómame de la mano y sáname!
¡Sácame del pozo en el que me encuentro hundido!
Mira que soy creatura tuya,
Más aún: ¡Soy tu hijo!
Gracias, Jesús porque me has sanado.