La
parábola del ladrón
que viene de noche está relacionada, tanto
en Mateo como en Lucas,
con la Parusía del Hijo del hombre, o
sea, con la segunda
venida de Jesús: Mt 24,3.
27.37.39. Es, pues, en los textos
que poseemos una parábola sobre la
Parusía.
MATEO
"Ahora bien, sabed aquello: si
hubiese sabido el amo de casa en cuál guardia venía el ladrón, habría velado y
no habría permitido que fuese horadada su casa.
Por
eso también vosotros estad preparados, porque en la hora que no pensáis el Hijo
del hombre viene".
LUCAS
"Ahora bien,
sabed esto: si
hubiese sabido el amo de casa
en cuál
hora venía el ladrón, no habría dejado
que fuese horadada su casa.También
vosotros estad preparados, porque en la hora que no
pensáis el Hijo del hombre viene".
LA
PARABOLA PRIMITIVA
Esta parábola
del ladrón nocturno la ha
conservado también el Evangelio
de Tomás, en dos sitios:
21b y 103. Sin imbargo, en
ambos casos carece de la alusión a la venida dd Hijo del hombre. Esta ausencia
invita a preguntarnos si ni un primer estadio de la tradición evangélica el
logion del ladrón no tendría otro sentido.
En efecto, no deja de parecer extraña la
comparación del Hijo del hombre a un ladrón nocturno. La obra del ladrón es
de destrucción y de robo, en tanto que la venida del Señor es, al menos para
los discípulos, un día de gozo y de recompensa: Mt 25,34-40.
Teniendo esto en cuenta, probablemente Jesús
pronunció una parábola con el tema del ladrón a propósito de algún hecho
concreto, de algún robo sucedido de noche, en tal o cual casa. Jesús parte de
ese caso enfadoso para poner alertas a sus oyentes sobre "la crisis religiosa" que ha comenzado a desarrollarse con su venida y
que explotará en un futuro próximo. Desgracias
y calamidades se avecinan para el Pueblo Elegido, si no
acepta el Reino de los Cielos que él ha venido a implantar. Y eso parece
ineludible. .. (Estad, pues, alertas para que la calamidad no os sorprenda como
el ladrón que llegó de noche a horadar la casa y a robar.. .1
SITUACION DE LA IGLESIA PRIMITIVA
Después de la muerte y resurrección de Jesús, la
Iglesia primitiva esperaba que el Señor regresaría pronto. Pero el tiempo iba
transcurriendo y él no llegaba. No obstante, siempre vivió en la expectación
de que se presentaría de un momento a otro. En esas circunstancias, la
parábola del ladrón fue empleada por la Iglesia como una exhortación a los cristianos para vivir
santamente en vista de la Venida del Hijo del hombre, el cual llegará de
improviso y sin que nadie lo sepa, como de improviso se presenta un ladrón que
roba por la noche.
Nos
parece útil la observación del Prof. Jeremías:
"El hecho de que Jesús haya relacionado la
parábola del ladrón con la catástrofe inminente, no significa que la Parusía
estuviera fuera de su campo de visión. Y por otra parte, el hecho de que la
Iglesia primitiva haya relacionado la parábola con la Parusía, no implica que desconociera la
catástrofe que debe precederla.
Por el contrario, en el campo de la expectación
escato-lógica no hay diferencia entre Jesús y la Iglesia primitiva. Ambos
esperaron que la primera etapa de la crisis escatológica sería marcada por la
irrupción repentina del tiempo de tribulación y la revelación de la fuerza
satánica sobre toda la tierra; y ambos, Jesús y la Iglesia primitiva, sabían
que esta última tribulación terminaría con el triunfo de Dios, la Parusía.
La diferencia estaba simplemente en que Jesús,
dirigiéndose a la multitaud, enfatizaba la repentina irrupción de la tribulación,
mientras que la atención de la Iglesia primitiva estaba dirigida al momento
final de la tribulación".
(The
Parables, p. 51).
UNA APLICACION MAS
Lucas dio un paso más en la aplicación de la
parábola: la dirige particularmente a los encargados de la Comunidad cristiana;
por eso presenta a Pedro preguntando:
"Señor,
¿a nosotros dices esta parábola o también
a todos?" Y como respuesta,
el Evangelista propone la parábola del administrador fiel y prudente que cumple
a perfección el encargo que su Señor le ha hecho: Le 12,42-48.
LA PARABOLA DE LOS ESCRITOS APOSTOLICOS
El
logion de Jesús pasó a la Comunidad cristiana.
Pablo en
su 1 Ts 5,2-4 compara el
Día del Señor a un ladró que
viene por la noche. Será un día de ruina para los que vivan en la oscuridad, pero no para los creyentes que son "hijos
de la luz e hijos del día".
La 2 Pedro 3,10 compara el Día del Señor, que será el fin de este mundo, con el ladrón: "El Día del Señor llegará como un ladrón; en aquel Día, los cielos, con ruido ensordecedor, se desharán; los elementos abrasados se disolverán, y ta tierra y cuanto ella encierra se consumirá".
El Apocalipsis 3,3; 16,15 no rehusa comparar al mismo Jesús al ladrón que viene de repente:
La 2 Pedro 3,10 compara el Día del Señor, que será el fin de este mundo, con el ladrón: "El Día del Señor llegará como un ladrón; en aquel Día, los cielos, con ruido ensordecedor, se desharán; los elementos abrasados se disolverán, y ta tierra y cuanto ella encierra se consumirá".
El Apocalipsis 3,3; 16,15 no rehusa comparar al mismo Jesús al ladrón que viene de repente:
"... Guarda (mi
palabra) y arrepiéntete. Porque, si no estás en vela, vendré como ladrón, y no
sabrás a qué hora vendré sobre ti".
EN
LA VIDA DE LA IGLESIA
La
parábola del ladrón, como las demás parábolas sobre la vigilancia, guardan en
la actualidad todo su valor y su sentido más profundo.
Como
nuestros primeros hermanos en la fe, ignoramos el día y la hora de la gloriosa
Venida del Señor y del fin del mundo. Pero sabemos que, mientras ese momento
llegue, habrá para cada uno de nosotros "un Día", "mi Día, el de
mi encuentro personal con Dios".
Hay que estar preparados para ese Día, viviendo
en la fe, en la esperanza y en la caridad, y sabiendo que "Dios no nos ha destinado para la cólera,
sino para obtener la salvación por nuestro Señor Jesucristo, que murió par
nosotros, para que, velando o
durmiendo, vivamos juntos con El": 1Ts 5,9-10.
*Salvador Carrillo Alday M.Sp.S. LAS PARÁBOLAS DEL EVANGELIO. pags. 98-101 Instituto de Pastoral Biblica. México, 2011
*Salvador Carrillo Alday M.Sp.S. LAS PARÁBOLAS DEL EVANGELIO. pags. 98-101 Instituto de Pastoral Biblica. México, 2011