"¿Quién es, pues, el administrador
fiel y prudente a quien el señor pondrá al frente de su servidumbre para darles
a su tiempo su ración conveniente? Dichoso aquel siervo a quien su señor,
cuando llegue, encuentre haciéndolo así. De verdad os digo que le pondrá al
frente de toda su hacienda. Pero si aquel siervo se dice en su corazón: Mi señor tarda en venir', y se pone a golpear a los criados y criadas, a comer y a beber y a
emborracharse, vendrá el señor de aquel siervo el día que no espera y en el
momento que no sabe, le separará y le señalará su suerte entre los
infieles": Lc 12,42-46.
UNA
PARABOLA EN RELACION CON LA PARUSIA
El Señor de la parábola es el Hijo del hombre que viene como Juez
universal a dar a cada uno según el cumplimiento de sus deberes. Ambos textos
terminan con una alusión a "la separación definitiva".
Mateo escribe: "... le separará y le señalará su suerte entre los hipócritas;
allí será el llanto y el rechinar de los dientes".
La palabra "hipócrita" es oscura, pero es muy del estilo de
Mateo, que la emplea 10 veces. En cuanto a "el llanto y el rechinar de los
dientes" es
una expresión figurativa que Mateo emplea para referirse al lugar-estado de
separación eterna; en otros sitios, esta expresión acompaña a "la tiniebla exterior y al horno del
fuego": Mt
8,12; 13,42.50; 22,13; 25,30.
Lucas,
por su parte, termina: "... lo separará y le señalará su suerte
entre los infieles".
La idea teológica es la misma que en Mateo: "la separación definitiva". Pero es interesante observar las
diferentes manera de expresarse: Mateo habla a la imaginación oriental, Lucas
se dirige a griegos conceptuales.
En Mateo, la parábola parece mirar a cualquier individuo a quien se
le ha confiado un cargo. Lucas ha ido más allá en esta misma dirección y aplica
la parábola directamente a los Apóstoles, en virtud de una pregunta hecha a
Jesús por el mismo Pedro: "Señor, ¿dices esta parábola para nosotros o para todos?" Los dirigentes de las Comunidades cristianas
tienen una grave responsabilidad y deben cumplir el oficio que el Señor les ha
encomendado respecto de los demás servidores, sin abusar de la autoridad que
se les ha dado.
Y siguiendo en la misma línea de las
retribuciones, Lucas añade a la parábola una conclusión más:
"Aquel siervo que, conociendo la voluntad de su señor, no ha
preparado nada ni ha obrado conforme a su voluntad, recibirá muchos azotes; el
que no la conoce y hace cosas dignas de azotes, recibirá pocos; a quien se le
dio mucho se le reclamará mucho; y a quien se confió mucho, se le pedirá
más": Lc 12,47-48.
El contexto y el tenor mismo de la parábola nos han puesto en
relación con la Parusía. Dado que Jesús tarda en venir, la Iglesia primitiva
exhorta a sus fieles y a sus dirigentes a no desfallecer, a ser vigilantes, a
cumplir con el deber. El Señor vendrá un día, cuando menos se le espere, y dará
a cada uno su merecido.
¿UNA
SITUACION MAS ORIGINAL?
Si fuera lícito imaginar una
"situación" más original, a la que Jesús pudo referirse con su parábola,
podríamos partir de estos textos:
"¡Ay de vosotros. Escribas y Fariseos, hipócritas, que cerráis a
los hombres el Reino de los Cielos! Vosotros ciertamente
no entráis; y a los que están entrando no les dejáis entrar": Mt 23,13.
" ¡Ay de vosotros, los Legistas, que os habéis llevado la llave
de la ciencia! No entrasteis vosotros, y a los que querían entrar se lo habéis
impedido": Lc 11,52.
Pues bien, Jesús pudo dirigir su parábola
a los Jefes religiosos del Judaismo: Escribas, Fariseos, etc., a quienes Dios
había confiado "las
llaves de la ciencia" (Lc) o del Reino de los Cielos (Mt),
y ni entraban ellos, ni permitían que los demás entraran. ¡Atención! Viene
pronto el día en que Dios os pedirá cuentas. ¡Cumplid a conciencia con vuestro
oficio, sin abusar de él!
La Iglesia primitiva desplazó este primer sentido y, agregando una alusión a la suerte definitiva, aplicó la parábola a
todo cristiano que tiene un cargo, principalmente a las autoridades del Nuevo
Pueblo de Dios.
*Salvador Carrillo Alday M.Sp.S. LAS PARÁBOLAS DEL EVANGELIO. pags. 94-98 Instituto de Pastoral Biblica. México, 2011
*Salvador Carrillo Alday M.Sp.S. LAS PARÁBOLAS DEL EVANGELIO. pags. 94-98 Instituto de Pastoral Biblica. México, 2011