La parábola de "El juez injusto y la viuda tenaz' es semejante
a la
parábola de "el amigo que
ayuda al amigo, aun a media noche": Lc
11,5-8.
"Les decía
una parábola para inculcarles
que
era preciso orar siempre sin desfallecer": v. 1.
En
este versículo de introducción, Lucas nos descubre la finalidad que se ha
propuesto al transcribir la parábola. Para él la figura principal es la viuda que implora incesantemente.
"Había un juez en una
ciudad, que ni temía a
Dios ni respetaba a los
hombres. Había en aquella ciudad una viuda que, acudiendo a él, le
dijo: “¡Hazme justicia contra mi adversario
!” Durante mucho tiempo no quiso, pero después se dijo a sí mismo: 'Aunque no
temo a Dios, ni respeto a los hombres, como esta viuda me causa molestias, le
voy a hacer justicia para que no venga continuamente a importunarme' ": v.
2-5.
Al tratarse de un juez que ni temía a Dios ni
respetaba a los hombres, podemos
pensar, como lo dirá el v.
6, en
un juez que ejercía su
oficio a base de injusticias y sobornos. La viuda debía ser una mujer pobre, no necesariamente
anciana,
que quiere defender su herencia contra algún influyente que intenta
desposeerla. Ella, siendo pobre, no puede ganarse al juez con dinero y sólo
acude a la súplica constante.
Durante mucho tiempo el juez, no viendo ganancias
en aquel
asunto, no quiso solucionarlo, pero finalmente se decide
a hacerlo porque la viuda lo tiene ya fastidiado con su pertinacia.
El hecho de que la parábola del amigo: 11,5-8
carezca de aplicación, nos hace pensar que en 18,6-8 nos encontramos con una
adición secundaria a la parábola. Esta se
puede detectar en la frase redaccional: "Dijo, pues, el Señor".
Más aún, son dos adiciones: 6-8a y 8b, pero
adiciones que no son obra de Lucas, sino que él encuentra ya en sus fuentes; en
efecto, las expresiones y el estilo acusan un origen palestinense.
La
adición 6-8a nos da el sentido de la parábola primitiva, en la que el juez (y
no la viuda) es el mensaje principal.
Si ese juez, siendo malo e injusto, hizo finalmente justicia a la pobre viuda
para evitar su persistencia y poder vivir en paz, ¡cuánto más hará Dios!:
Dijo, pues, el Señor : "Oid lo
que dice el juez injusto; y Dios, ¿no
hará justicia a sus elegidos, que están clamando a él día
y noche y les va a hacer esperar? Os digo
que les hará justicia pronto" v 6-8
La segunda adición es un logion lleno de misterio
y cargado de tristeza:
"Pero
el Hijo del hombre, cuando venga,
¿encontrará la fe sobre la
tierra?": v. 8b.
Colocado en este contexto sobre la oración, el
sentido podría ser: pero, cuando venga el Hijo del hombre, ¿encontrará quienes
tengan tal fe en Dios que
le dirijan sus súplicas
insistentes, día y noche?
Considerado
independientemente, este dicho es un eco de otras palabras del Señor en que
afirma que, en los últimos tiempos, habrá como un olvido de Dios: Lc 17,30, la
caridad se enfriará: Mt 24,12, y si Dios no abreviase aquellos días de
tribulación, en vista de los elegidos, nadie se salvaría: Mc 13,20.
Salvador Carrillo Alday M.Sp.S. LAS PARÁBOLAS DEL EVANGELIO. pag. 167-168 México, ISE.MEXICO 1992