jueves, 3 de enero de 2019

EL GRANO DE MOSTAZA: Mc 4,30-32; Mt 13,31-32; Lc 13,18-19.


Se trata de una pieza conservada en la triple tradición evangélica: Marcos, Mateo y Lucas.
Es interesante, en primer lugar, analizar la introducción que cada Evangelista hace a la parábola. En Marcos, Jesús se presenta como un maestro que quiere encontrar, con la ayuda de sus discípulos, algo a que comparar el Reino de Dios: "¿Cómo asemejaremos el Reino de Dios, o en que parábola lo colocaremos?" En Lucas, Jesús habla en primera persona singular: "¿A qué es semejante el Reino de Dios y a qué lo asemejaré?"- En Mateo, finalmente, aparece el Maestro por excelencia que no pregunta, sino que con autoridad enseña.

MARCOS
Y decía: "¿Cómo asemejaremos el Reino de Dios, o en qué parábola lo colocaremos? Como a un grano de mostaza que, cuando es sembrado sobre la tierra, -siendo la menor de las semillas que hay sobre la tierra- y, cuando se siembra, sube y se hace mayor que todas las hortalizas, y echa ramas grandes, de modo que pueden, bajo su sombra, las aves del cielo anidar".

MATEO
Y  decía: "El Reino de los Cielos es semejante a un grano de mostaza que, tomándolo un hombre, lo sembró en su campo, siendo la menor de todas las semillas; mas cuando crece, es mayor que las hor­talizas y se hace árbol, de modo que van las aves del cielo y anidan en sus ramas".

LUCAS
Decía, pues: "¿A qué es semejante el Reino de Dios y a qué lo asemejaré Es semejante a un grano de mostaza que, tomándo­lo un hombre, lo echó en su jardín, y creció y se hizo un árbol, y las aves del cielo anidaron en sus ramas ".

Una comparación humilde. El Reino de Dios es seme­jante a un grano de mostaza. En realidad, la comparación no es con el grano, la más pequeña de las semillas, sino con el término final de su desarrollo, cuando transformado en un árbol, puede albergar a las aves del cielo que vienen a hacer en él su nido.
Los tres Evangelistas difieren en los detalles. Lucas habla del jardín del sembrador, Mateo se refiere a "su campo"; Marcos se expresa en términos más generales "cuan­do es sembrado sobre la tierra ".
En seguida, Marcos y Mateo coinciden en calificar el grano de mostaza como la más pequeña de todas las semillas, pero Marcos añade: "de las semillas que hay sobre la tierra".
Mateo y Lucas afirman, hiperbólicamente, que tanto ha crecido, que se ha convertido en "un árbol". En la realidad, la mostaza es una planta que en las tierras cálidas y húmedas de las orillas del Lago de Tiberías, alcanza una altura de 3 a 4 metros.
He aquí el contraste pretendido. El principio y el fin. La semilla de mostaza, al ser sembrada, es tan pequeña e insigni­ficante, que apenas se puede percibir; sin embargo, al fin de su desarrollo se convierte en un árbol.
Así será del Reino de Dios. A los ojos humanos, e! Reino de Dios que Jesús predica e implanta tiene orígenes humildes e insignificantes, pero su vitalidad es tal que cre­cerá superando toda previsión humana.

La parábola termina con una presentación llena de poesía. La semilla se ha transformado en un árbol y las aves de cielo vienen a anidar en sus ramas (Mt-Lc). Marcos presenta otro matiz. Según el, "las aves del cielo pueden venir a anidar - a su sombra". Es interesante observar que el verbo "anidar" tiene como raíz un sustantivo que significa "taber náculo, tienda, morada".

Salvador Carrillo Alday M.Sp.S. LAS PARÁBOLAS DEL EVANGELIO. pág. 49-51 México, LA CAMPANA. IPB 2011