Jesús
está en la Eucaristía como estuvo en el cenáculo, como estuvo durante la
pasión, como estuvo en la glorificación.
Una
pregunta que choca con nuestra mente: ¿Jesús en la Eucaristía sufre? Si está
como en la pasión sufre, misteriosamente ya no sufre porque está en la
glorificación. No lo entiendo pero lo acepto porque es un dato de la fe.
¿Con
cuál Jesús me voy a encontrar? Con el de la cena? Con el de la pasión? Y con el
de la resurrección?
Con
el de la cena es clarito, porque en la Eucaristía se transforma el pan y el
vino con las palabras mismas de Jesús en la Eucaristía. Pero también en la
Eucaristía Jesús dice “este es mi cuerpo
que es entregado por vosotros. Ésta es mi sangre derramada por ustedes, los
apóstoles y por el mundo entero para
perdón de los pecados.
Jesús
resucitó y está vivo, entonces entramos en contacto con él como resucitado
lleno de vida nueva y diferente, ungido por el Padre con el Espíritu Santo y
entonces cuando celebramos la Eucaristía
yo puedo pensar, estamos en la última cena , uno come, Jesús está como está
en la cena, pan y vino que me alimenta con una vida eterna., una vida divina,
como a Jesús, bebo su sangre y eso produce en mí vida. Esto no se entiende
pero lo creo y le doy gracias al Señor por lo que creo no por lo que siento.
Lo
encontramos como en la pasión cuando su sangre es derramada, su cuerpo es
desgarrado y destrozado y un contacto bellísimo es cuando yo quiero encontrarme
con Jesús que derrama su sangre para el perdón de mis pecados. Él es el que
pide al Padre el perdón y el Padre nos perdona gracias a la oración de su Hijo.
Cuando
ustedes estén angustiados, sufriendo y cuando se acerquen a la Eucaristía y ahí
está Jesús derramando su sangre le podemos decir báñame con tu sangre, es una
métafora, porque no me puede bañar con su sangre pero el derramó su sangre para
el perdón de mis pecados. Entonces le podemos decir Señor báñame con tu sangre
que has derramado para el perdón de mis pecados.
¿Porqué
Jesús quiso salvar al mundo entregando su cuerpo y derramando su sangre?
Lo
podía haber hecho de otra manera, la respuesta es en varios niveles yo le
quiero decir nada más el nivel de todos los pueblos a través de toda la historia, incluyendo el
pueblo de Israel.
Hay
un sentimiento a través de todos los tiempos en el hombre que solamente podemos
complacer a Dios mediante el derramamiento de sangre y así en todas las
religiones antiguas hay derramamiento de sangre de animales sustituyendo al
hombre, y en culturas más primitivas como las nuestras era inmolar hombres
sacándoles el corazón.
Otras
religiones eran menos inhumanas, en la religión judía en lugar de sacrificar a
hombres sacrificaban a corderitos bonitos de un año, en lugar de la sangre
humana.
Hay
en la mente humana un sentimiento que
sólo con el derramamiento de la sangre podemos ser aceptos a Dios. ¿Cómo puede perdonar el pecado
Dios? Con la sangre de un animal ó la de un ser humano pero no le llegamos. Aquí está el grande
misterio de la encarnación. Dios pensó el grande misterio de que el Hijo de
Dios eternamente se hiciera hombre y ofreciera como hombre su sangre humano
divina, humana porque es sangre de hombre, divina porque es la sangre de la
persona del Hijo de Dios.
Entonces
puedo yo acercarme a la Eucaristía diciendo Jesús ten compasión de mí.
Jesús derrama tu sangre, aplica tu sangre a esta persona
que no sabe de ti pero con tu sangre derramada para el perdón de los pecados
será sana. Es el encuentro de Jesús en el Calvario encontramos a Jesús que sufre y podemos ser perdonados si
queremos¡ Se necesita que yo quiera recibir ese perdón. Él nos conquistó el
perdón pero nosotros debemos hacer nuestro ese perdón.
Y
en la Eucaristía Jesús glorificado adquiere una vida nueva y Él nos comunica ésa vida
nueva. Nosotros llevamos en nosotros mismos dos vidas, la vida de nuestro
cuerpo que se mantiene con nuestro alimento y la vida del Espíritu recibida en
el bautismo, gracias a la vida nueva con que Cristo resucitó. Pero Jesús no
sólo resucitó, subió al cielo, recibió al Espíritu Santo, y el día de
Pentecostés el grande regalo que Jesús dio a la humanidad fue el Espíritu
Santo.
Si
entro yo en contacto con Jesús en la Eucaristía con Jesús glorificado lleno del
Espíritu Santo puedo yo decirle, no solamente perdóname mis pecados, sino
lléname de tu vida y regálame el don de dones que es el Espíritu Santo.
Estaremos presentado en cuatro partes la conferencia del P. Carrillo sobre la la Eucaristía en un retiro de Semana Santa, expuesta de manera sencilla pero muy profunda como él nos explicaba los misterios de nuestra fe.