lunes, 21 de abril de 2014

Glorificación de Cristo

Jesús subió al cielo ¿pero qué le pasó?, sabemos por la fe, (no por las ciencias universitarias) que fue glorificado por Dios Padre, (Hch.2,33). Esto lo expresamos o imaginamos humanamente: subió al cielo donde está el gran palacio, entra por la puerta y en el fondo del gran palacio estaba el gran trono de Dios Padre recibiendo a Jesús que se había elevado en las nubes.
Pero el Padre le había mandado poner un trono a su derecha, llegó Jesús ante el Padre, que abraza a su Hijo y le dice: ¡Hijo ven a tomar tu lugar!, este trono celestial ha sido preparado especialmente para ti, tu eres mi Hijo, te entrego todo mi poder en el cielo y en la tierra (Mt. 28,18).
Te hago Rey de reyes y Señor de señores por toda la vida como el Señor del universo entero, lo conozcan o no, lo quieran o no, y para sellar esto, así como te sellé con el Espíritu Santo en tu naturaleza humana en el Jordán, para que tuvieras la energía de dar tu vida en la cruz, así te sello ahora con el Espíritu Santo (en este momento se oyen grandes coros de ángeles cantando con liras y trompetas).
Así Jesús, el Hijo de Dios fue consagrado. Señor de señores, Rey para toda la eternidad, y en ese mismo momento comienza su reinado (para entender las realidades de todo esto todavía esperamos unos 10 días más) que fue cuando Jesús derramó el Espíritu Santo en Pentecostés sobre los apóstoles y la tierra entera y que hizo nacer la Iglesia de Jesús.
El Espíritu Santo es fuente de vida, también hizo fecundo el vientre de María.

En este momento de su glorificación los títulos que anteriormente mencionamos son cuando entramos al reino de Jesús Buen Pastor que es cuando Jesús entra al cielo y es constituido por el Padre, REY DE REYES, SEÑOR DE SEÑORES (es decir el dueño del universo entero).

Esta presentación, las dos anteriores y la siguiente, forman parte de una plática que el P. Carrillo dio en un Retiro de Semana Santa en el CEFEJ el 15 de abril del 2006.