Mc 12,1-12; Mt 21,33-46; Lc 20,9-19.
Los tres Sinópticos
colocan la parábola de los viñadores homicidas en la última semana de la vida
de Jesús, en Jerusalén. Aun cuando ésta colocación obedece a principios de
composición literaria, sin embargo, dado su contenido, esta parábola la debió
haber pronunciado Jesús en un tiempo avanzado de su ministerio, cuando las
hostilidades de los enemigos habían recrudecido. Jesús presiente su muerte.
Presentaremos la
versión de Lucas.
1. LA VIÑA:
9: Ahora bien, comenzó a
decir al pueblo esta parábola: "Un hombre plantó una viña y la arrendó a
unos labradores y se ausentó bastante tiempo ".
2. LOS SIERVOS ENVIADOS A LA VIÑA: Lc 20,10-12.
"Y a su tiempo envió donde los labradores a un
siervo para que le diesen parte del fruto de la viña. Mas los
labradores, golpeándole, le enviaron vacío. Y volvió a enviar a otro
siervo; mas ellos a aquel también, golpeándole e injuriándole, le enviaron
vacío. Y volvió a enviar a un tercero; mas ellos a éste
también, hiriéndole, le echaron".
Tenemos, pues, que en Lucas tres veces es enviado un siervo y
hay, en los ultrajes, un climax ascendente perfecto: golpes, golpes e
insultos, heridas...
3. LA MISION DEL HIJO: Lc 20,13-15a.
"Ahora bien, dijo ei dueño
de la viña: '¿Qué haré? Enviaré a mi hijo amado; tal vez
respetarán a éste'. Mas, viéndole los labradores, discutían unos con otros
diciendo: 'Este es el heredero, matémosle para que llegue a ser
nuestra la herencia'. Y echándole fuera de la viña, le mataron".
Lucas hace reflexionar al dueño que habla en primera persona:
"¿Qué haré? Enviaré a mi
Hijo amado".
Marcos y Lucas han enriquecido cristológicamente la
parábola. Ese adjetivo es un eco evidente de la voz del cielo en el Bautismo de
Jesús: Mc 1,11; y en la Transfiguración: 9,7.
* Marcos, Mateo y Lucas coinciden en afirmar que los
viñadores, al saber que ahora el enviado era el heredero, se dijeron: "Venid, matémosle y será
nuestra la herencia".
* Lucas escribe: “Y
tomándole, le echaron fuera-de la viña y le mataron". Y
es que, al hacerlo morir fuera de la viña, están aludiendo a los incidentes de
la pasión de Jesús, muerto efectivamente fuera de la muralla de Jerusalén.
4. ¿QUE HARA EL SEÑOR DE LA VIÑA?: Lc. 15b-19.
Esta pregunta, que se encuentra en los tres Sinópticos, parece esencial
en la parábola, pues es como el desenlace final de todo.
"¿Qué, pues, les hará el
dueño de la viña? Irá y perderá a estos labradores y dará la viña a
otros". Más, oyéndolo, dijeron: "¡Que no suceda eso!". Mas él,
mirándoles, dijo: "¿Qué es, pues, esto que está escrito: 'La piedra que
habían reprobado los constructores, ésta se hizo cabeza de ángulo'?": vv.l5b-17.
* Los tres Evangelistas introducen, entre la respuesta de Jesús y el
intento de las autoridades para capturarlo, una cita del Salmo 118,22-23. Este
texto fue uno de los más utilizados por los primeros cristianos para probar la
resurrección de Jesús y su exaltación: Hch 4,11; Ef 2,20; 1P
2,4. Con toda probabilidad, esta cita ha sido insertada aquí
alegóricamente como fundamento bíblico para explicar la suerte de Jesús rechazado
por los Judíos, pero resucitado por Dios.
* Lucas ha hermoseado el pasaje, dándole
vigorosa animación, y así escribe: "... y dará la viña a otros. Mas, oyéndolo
dijeron: ¡Que no suceda eso!. Mas el, mirándoles, dijo…; cita luego el
Salmo 118 y agrega: "Todo el
que caiga sobre aquella piedra se destrozará, mas sobre el que ella cayere, le
aplastará": 20,18.
20,19: "Y los Escribas
y los jefes de Sacerdotes buscaron echar sobre él las manos en aquella misma
hora, y temieron al pueblo. Pues habían entendido que por ellos había dicho
esta parábola":
REFLEXIONES
a) Sentido de la parábola primitiva.
Toda parábola es por sí misma una comparación. Pues bien, la
comparación primitiva parece haber sido la siguiente: Dios plantó una viña y la entregó al Pueblo de Israel para que la
trabajara y la viña diera frutos. Envió en algunas ocasiones mensajeros
para que recogieran fruto, pero fueron maltratados por los labriegos. Ha
enviado ahora a su hijo, Jesús, el heredero, pero lo matarán. Ante tales
hechos. Dios castigará a los primeros trabajadores, les quitará la viña (es decir, su tierra, su reino, sus
posesiones, el Reino de los Cielos) y la dará a otros que la cultiven.
b) Aiegorización de la parábola.
Esta parábola, grabada en la mente de los discípulos, tanto por sus
imágenes, como por el tiempo en que Jesús la pronunció (cerca de su pasión y
muerte), pronto recibió precisiones y complementos alegóricos referentes, ya
sea a la suerte del mismo Jesús, ya sea a las condiciones del nuevo Pueblo de
Dios, heredero espiritual de las promesas antiguas.
Esas adiciones
alegóricas son:
* La referencia a la Viña de Isaías 5,1: Mc 1;
Mt 33.
* El envío no sólo de dos o tres siervos, sino
de "otros muchos", alusión a los Profetas enviados por Dios y
muertos por las autoridades del Pueblo: 2 Cr 24,21; Mt 23,37; Lc 13,34.
El envío de "un Siervo más" (Mc), que es a la vez su
Hijo Amado (Mc-Lc), que ha sido muerto, no dentro de la viña (Mc), sino
fuera (Mt-Lc).
Es imposible no sentir el fuerte carácter cristológico de estas
adiciones:
* Jesús es presentado como el Siervo de Yahvéh.
Es declarado el Hijo de
Dios en un sentido peculiar. Fue muerto fuera de Jerusalén.
Dios lo resucitó y lo constituyó "Piedra angular" del edificio del Nuevo Pueblo de Dios.
Eso es algo que sólo Dios, pudo hacer y es motivo de admiración para
el hombre.
* El
Reino de Dios —que había sido prometido a Israel— ahora será
patrimonio de otra Nación, la grande Nación humana que acoge a Jesús.
* Ante Jesús no se puede ser indiferente. El
no aceptarlo es es como si alguien tropieza contra una
piedra y se hiere con ella, o como quien es aplastado por una piedra que
le cae encima.
*Salvador Carrillo Alday M.Sp.S. LAS PARÁBOLAS DEL EVANGELIO. pags. 74-76 Instituto de Pastoral Biblica. México, 2011