jueves, 20 de febrero de 2014

20 de febrero del 2014

HOMILÍA LA CRUZ DE CADA DÍA.

Mc. 8, 27-34.

La primera parte de este Evangelio comenzó con una declaración: «Comienzo del Evangelio de Jesús el Cristo, Hijo de Dios.» Mc. 1,1. Termina la segunda parte del Evangelio de Marcos en "Tú eres el Mesías ". Es el reconocimiento de que Jesús es el Mesías hecho por los Apóstoles.

Nosotros de vez en cuando pensamos: ¿quién soy yo?,
Señor, ¿ qué misión tengo en esta vida? ¿Qué quieres que yo haga?
Mediante la oración entramos dentro de nosotros mismos, y nos preguntamos ¿Qué quiere Dios de nosotros?

Jesús había preguntado a los Apóstoles «¿Quién dice la gente que soy yo?», ellos le dijeron :
"Unos que Elias, otros que Juan el Bautista, otros que uno de los profeta ".
Y El les preguntó ¿ Y ustedes, quien dicen que soy yo? Pedro iluminado por Dios le contestó:
«Tú eres el Cristo (o sea el Mesías)». Y les mandó que a nadie hablaran acerca de Él (este es el secreto mesiánico).

Enseguida EN EL v. 31 EMPIEZA LA SEGUNDA PARTE DEL EVANGELIO DE MARCOS: con el primer anuncio de la pasión: "Y comenzó a enseñarles que Él debía sufrir mucho, ser reprobado por los escribas y matado, y resucitar a los tres días". Hablaba de esto abiertamente. Tomándole aparte Pedro empezó a reprenderle. Pero El, volviéndose y mirando a sus discípulos, reprendió a Pedro dictándole: ¡Quítate de mi vista Satanás! Porque tus pensamientos no son los de Dios, sino los de los hombres. La reacción que tuvo Pedro es muy humana.

"Si alguno quiere venir en pos de mí: Tome su propia cruz y sígame." La cruz espanta, lo bueno es que San Lucas pone en labios de Jesús: "Tome cada uno su cruz de cada día y sígame" Le 9,23, Esto es menos difícil, es mejor poquito a poco.

Queremos seguir a Jesús, tomemos nuestra crucecita de cada día, una cruz con espinas, otra con piedrecitas, pero viene el día siguiente y la soportamos.

Seguir a Jesús con la cruz llena la vida de perlas hermosísimas, pero hay que tener en cuenta que es una cruz con astillas, hieren las astillas, aunque poquito.

ORACIÓN
CONCÉDENOS PADRE LA GRACIA DE LA PAZ AL VIVIR NUESTRA CRUZ DE CADA DÍA.
Homilía pronunciada por el P. Salvador Carrillo Alday M.Sp. S. el 15 de febrero del 2007 en la capilla del CEFEJ Tlalpan México.

jueves, 13 de febrero de 2014

EVANGELIO DEL 13 DE FEBRERO DEL 2014

Marcos 7, 24-30

En aquel tiempo, Jesús salió de Genesaret y se fue a la región donde se encuentra Tiro. Entró en una casa, pues no quería que nadie se enterara de que estaba ahí, pero no pudo pasar inadvertido. Una mujer, que tenía una niña poseída por un espíritu impuro, se enteró enseguida, fue a buscarlo y se postró a sus pies.

Cuando aquella mujer, una siria de Fenicia y pagana, le rogaba a Jesús que le sacara el demonio a su hija, él le respondió: "Deja que coman primero los hijos. No está bien quitarles el pan a los hijos para echárselo a los perritos". La mujer le replicó: "Sí, Señor; pero también es cierto que los perritos, debajo de la mesa, comen las migajas que tiran los niños".


Entonces Jesús le contestó: "Anda, vete; por eso que has dicho, el demonio ha salido ya de tu hija". Al llegar a su casa, la mujer encontró a su hija recostada en la cama, y ya el demonio había salido de ella. 

Es un cuadro hermosísimo.  El evangelio de San Marcos termina con ésta palabra a la mujer, "Anda, vete; por eso que has dicho, el demonio ha salido ya de tu hija".  Este mismo relato en el evangelio de San Mateo es más admirativo de parte de Jesús, él como que queda sorprendido de aquella santa mujer, fenicia, cananea,  pagana, y Jesús le dijo grande es tu fe, ¡qué fuerte es tu fe!.   Es una invitación para pedirle a Dios Padre, Hijo, Espíritu Santo, que fortifique nuestra fe. Que la haga grande como la hizo en ésta mujer no judía, no creyente, pagana. Sin embargo la acción de Dios funcionaba en el corazón de esta mujer de una manera admirable.  Por eso pedimos en ésta eucaristía la fe fuerte para que la fe nos sostenga en nuestras ideas y en nuestra conducta. Ser comprensivos no es admitir lo que otra persona erróneamente  cree o hace, ser comprensivo es orar misericordiosamente y con compasión para quien no tiene una fe ilustrada.
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Fragmento de la homilía pronunciada por el P. Salvador Carrillo Alday, M. Sp. S el 10 de febrero del 2011 en la capilla del CEFEJ, Moneda 86 A, Tlalpan D. F.


sábado, 1 de febrero de 2014

¿QUÉ ES SER SACERDOTE?

¿Qué es ser sacerdote?[1]

Pueden darse muchas definiciones pero la más evangélica, la más fácil de comprender es ser llamado como fueron los doce discípulos de Jesús, cuando él les dijo: ven sígueme y siguieron a Jesús.

La vocación uno no se la inyecta, ni se la inyectan, la vocación sacerdotal es un don de Dios.

¿Para qué?

Para lo que llamó Jesús, “Ven y sígueme y sintéticamente hablando lo que hizo Jesús fue sembrar, hacer nacer, alimentar, desarrollar el reinado del Padre, su propio reinado y el reinado del Espíritu Santo, durante su ministerio público.
No hay tres reinados ni tres reinos sino un solo reino. Y esa es la tarea de todo sacerdote fundamentalmente, hacer en cuanto es posible,  lo que hizo Jesús.

El sacerdocio no es una dignidad o título de gloria sino que en palabras del mismo Jesús, es un servicio, ministerio (latín), diaconia (griego).

En definitiva es ser un servidor.

¿Cómo? Dando su vida para redención, rescate de muchos. La vida sacerdotal debe ser un servicio para rescatar, para redimir, para perdonar, para salvar al mundo. La vida sacerdotal debe de ser eso. Si no es eso no es lo que quiere Jesús.

Jesús escogió a doce y luego a otros más pero no sabemos cuántos más.
Las mies es mucha, los obreros son pocos, rogad al dueño de las mies que mande obreros a su mies.

Pidan para la Iglesia si la aman que le mande Dios servidores.




[1] Fragmento de la homilía pronunciada el 1 de febrero del 2011 por el P. Salvador Carrillo Alday, M. SP. S. en la capilla del CEFEJ. Hoy 1 de febrero del 2014 le damos gracias a Dios por los 61 años de sacerdote del P. Carrillo quien a sido un regalo para la Iglesia.