jueves, 4 de febrero de 2016

Curación de un hidrópico (Lc 14,1-6).

Este milagro, realizado en día de shabbat, es paralelo a la sanación del hombre de la mano seca, y la lección es muy similar (Lc 6,6-11; Mt 12,9-14; Mc 3,1-6). Además, está en cercana relación con la sanación de la mujer encorvada (Lc 13,10-17), formando como un díptico, en el que se enfatiza la misma actitud compasiva de Jesús y su misión salvífica y liberadora.
14,1 Y sucedió que, habiendo ido en sábado a casa de uno de los jefes de los fariseos para comer, ellos le estaban observando. 2 Había allí, delante de él, un hombre hidrópi­co. 3 Entonces preguntó Jesús a los legistas y a los fariseos: "¿Es lícito curar en sábado, o no?" 4 Pero ellos se callaron. Entonces le tomó, le. curó, y le despidió. 5 Y a ellos les dijo: "¿A quién de vosotros se le cae un hijo o un buey a un pozo en día de sábado y no lo saca al momento ?"6 Y no pudieron replicar a esto.
Hay que atender a las circunstancias especiales en que Jesús hace esta curación. Era shabbat, y él había sido invitado por uno de los jefes de los fariseos a comer. La reunión era de carácter socio-religioso. Allí también esta­ban presentes "legistas", hombres especializados en el conocimiento de la Ley. El enfermo de hidropesía era muy probablemente uno de los comensales.
El hecho supone que los asistentes habían entrado en animada discusión acerca de la inteipretación de la ley del reposo sabático: ¿Cómo hay que interpretar el manda­to de la Toráh?
Jesús aprovecha la ocasión para hacer, no una inter­pretación académica con sólo palabras, sino una impac­tante interpretación en acto. Pone primero una pregunta provocadora: "¿Es lícito curar en sábado, o no?" Nadie res­ponde nada. ¿Cómo iría a recibir el enfermo allí presente una respuesta negativa de quienes compartían el mismo banquete sabático? Al permanecer todo mundo en silen­cio: Jesús entra en acción: toma al enfermo hidrópico, lo sana y lo despide (en paz).
En seguida expone la argumentación que justifica la obra realizada. Y, acudiendo al plano existencial de la vida concreta, deja a los legistas-fariseos sin poder replicar: ¿Quién de vosotros no actúa en sábado, si su hijo o su buey se le cae en un pozo?

ACTUALIZACIÓN

Oh Jesús:
Tu nombre y tu misión, Señor es salvar,
¡Tómame de la mano y sáname!
¡Sácame del pozo en el que me encuentro hundido!
Mira que soy creatura tuya,
Más aún: ¡Soy tu hijo!
Gracias, Jesús porque me has sanado.