lunes, 19 de marzo de 2018

IV —EL RICO INSENSATO: Lc 12,13-21.


La parábola de "El rico insensato": w. 16-20, ha sido conservada por Lucas y por el Evangelio de Tomás: 63. Esta coincidencia permite observar que Lucas ha formado un solo relato con dos piezas de la tradición evangélica: w. 13-15 y 16-20, y lo ha terminado con una conclusión general: v. 21. Esta parábola forma parte de un conjunto dedicado al recto uso de los bienes de la tierra y al abandono en la Providencia: Lc 12,13-34.

1.—LA PARABOLA DE LUCAS: w. 13-21.
Es una parábola moralizante. Los versículos 13-15 sirven de ocasión a la parábola y constituyen la introducción a la misma.
"Uno de la gente le dijo: 'Maestro, di a mi hermano que reparta ta herencia conmigo'. El respondió: '¡Hombre! ¿quién me ha constituido juez o repartidor entre vos­otros?' ": vv. 13-14.
El hecho de que aquel hombre haya acudido a Jesús de­nota el prestigio de que gozaba ante el pueblo. Sin embargo, Jesús no quiere entrar en este terreno. Su misión es otra, de orden espiritual, orientada a los bienes de la vida futura, que son los defiintivos. Por eso responde:

"Mirad y guardaos de toda codicia porque, aun en la abundancia,
la vida de uno no está asegurada por sus bienes": v. 15.

Y como ilustración de este principio viene la parábola.
"Los campos de cierto hombre rico dieron mucho fruto; y pensaba entre si, diciendo: '¿Qué haré? pues no tengo donde reunir mi cosecha'. Y dijo: 'Voy a hacer esto: voy a demoler mis graneros y edificaré otros más grandes y juntaré alli todo mi trigo y mis bienes y diré a mi alma: Alma, tienes muchos bienes en reserva para muchos años: descansa, come, bebe, banquetea',
Pero Dios le dijo: 4¡Necio! Esta misma noche te reclama­rán el alma; las cosas que preparaste, ¿para quién serán?' ": w. 16-20.
La lección que brota de esta parábola en Lucas es: el hombre no debe acumular codiciosamente riquezas en este mundo; su enriquecimiento principal debe ser en otra línea: un atesorar en las cosas que ven a Dios. Por eso el Evangelista cierra la parábola con una conclusión de moral práctica:
"Así es el que atesora para sí mismo
y no se enriquece en orden a Dios": v. 21.


2.LA ORIENTACION PRIMITIVA.
Separada de su introducción y de la conclusión morali­zante, la parábola del rico insensato tuvo en su origen "una orientación escatológica", como otras muchas parábolas de Je­sús.
La crisis se avecina, el Juicio de Dios está cerca: ¡hay que estar preparados! ¡No hay que ser necios y tontos como aquel hombre que, enfrascado en sus cosas y contento con sus ri­quezas, no atendía al momento trascendental en que se encon­traba su vida!

Salvador Carrillo Alday M.Sp.S. LAS PARÁBOLAS DEL EVANGELIO. pags. 149-150 ISE. México, 1992.