jueves, 20 de julio de 2017

PARABOLA DEL LADRON: Mt 24,43-44; Lc 12,39-40.

La parábola del ladrón que viene de noche está relacio­nada, tanto en Mateo como en Lucas, con la Parusía del Hijo del hombre, o sea, con la segunda venida de Jesús: Mt 24,3. 27.37.39. Es, pues, en los textos que poseemos una parábola sobre la Parusía.

MATEO 
"Ahora bien, sabed aquello: si hubiese sabido el amo de casa en cuál guardia venía el ladrón, habría velado y no habría permitido que fuese horadada su casa.
Por eso también vosotros estad preparados, porque en la hora que no pensáis el Hijo del hombre viene".
            
                     LUCAS
"Ahora bien, sabed esto: si hubiese sabido el amo de casa en cuál hora venía el ladrón, no habría dejado que fuese horadada su casa.También vosotros estad preparados, porque en la ho­ra que no pensáis el Hijo del hombre viene".

LA PARABOLA PRIMITIVA
Esta parábola del ladrón nocturno la ha conservado tam­bién el Evangelio de Tomás, en dos sitios: 21b y 103. Sin imbargo, en ambos casos carece de la alusión a la venida dd Hijo del hombre. Esta ausencia invita a preguntarnos si ni un primer estadio de la tradición evangélica el logion del ladrón no tendría otro sentido.
En efecto, no deja de parecer extraña la comparación del Hijo del hombre a un ladrón nocturno. La obra del ladrón es de destrucción y de robo, en tanto que la venida del Señor es, al menos para los discípulos, un día de gozo y de recom­pensa: Mt 25,34-40.
Teniendo esto en cuenta, probablemente Jesús pronunció una parábola con el tema del ladrón a propósito de algún he­cho concreto, de algún robo sucedido de noche, en tal o cual casa. Jesús parte de ese caso enfadoso para poner alertas a sus oyentes sobre "la crisis religiosa" que ha comenzado a desarro­llarse con su venida y que explotará en un futuro próximo. Desgracias y calamidades se avecinan para el Pueblo Elegido, si no acepta el Reino de los Cielos que él ha venido a implantar. Y eso parece ineludible. .. (Estad, pues, alertas para que la calamidad no os sorprenda como el ladrón que llegó de noche a horadar la casa y a robar.. .1

SITUACION DE LA IGLESIA PRIMITIVA
Después de la muerte y resurrección de Jesús, la Iglesia primitiva esperaba que el Señor regresaría pronto. Pero el tiempo iba transcurriendo y él no llegaba. No obstante, siem­pre vivió en la expectación de que se presentaría de un mo­mento a otro. En esas circunstancias, la parábola del ladrón fue empleada por la Iglesia como una exhortación a los cristia­nos para vivir santamente en vista de la Venida del Hijo del hombre, el cual llegará de improviso y sin que nadie lo sepa, como de improviso se presenta un ladrón que roba por la noche.
Nos parece útil la observación del Prof. Jeremías:

"El hecho de que Jesús haya relacionado la parábola del ladrón con la catástrofe inminente, no significa que la Parusía estuviera fuera de su campo de visión. Y por otra parte, el hecho de que la Iglesia primitiva haya relacionado la parábola con la Parusía, no implica que desconociera la catástrofe que debe precederla.

Por el contrario, en el campo de la expectación escato-lógica no hay diferencia entre Jesús y la Iglesia primitiva. Ambos esperaron que la primera etapa de la crisis escatológica sería marcada por la irrupción repentina del tiempo de tribula­ción y la revelación de la fuerza satánica sobre toda la tierra; y ambos, Jesús y la Iglesia primitiva, sabían que esta última tribulación terminaría con el triunfo de Dios, la Parusía.
La diferencia estaba simplemente en que Jesús, dirigién­dose a la multitaud, enfatizaba la repentina irrupción de la tri­bulación, mientras que la atención de la Iglesia primitiva es­taba dirigida al momento final de la tribulación".
(The Parables, p. 51).

UNA APLICACION MAS
Lucas dio un paso más en la aplicación de la parábola: la dirige particularmente a los encargados de la Comunidad cris­tiana; por eso presenta a Pedro preguntando:
"Señor, ¿a nosotros dices esta parábola o también a to­dos?" Y como respuesta, el Evangelista propone la parábola del administrador fiel y prudente que cumple a perfección el encargo que su Señor le ha hecho: Le 12,42-48.

LA PARABOLA DE LOS ESCRITOS APOSTOLI­COS
El logion de Jesús pasó a la Comunidad cristiana.
Pablo en su 1 Ts 5,2-4 compara el Día del Señor a un ladró que viene por la noche. Será un día de ruina para los que vivan en la oscuridad,              pero no para los creyentes que son "hijos de la luz e hijos del día".

La 2 Pedro 3,10 compara el Día del Señor, que será el fin de este mundo, con el ladrón: "El Día del Señor llegará como un ladrón; en aquel Día, los cielos, con ruido ensordece­dor, se desharán; los elementos abrasados se disolverán, y ta tierra y cuanto ella encierra se consumirá".

El Apocalipsis 3,3; 16,15 no rehusa comparar al mismo Jesús al ladrón que viene de repente:
"... Guarda (mi palabra) y arrepiéntete. Porque, si no estás en vela, vendré como ladrón, y no sabrás a qué hora vendré sobre ti".


EN LA VIDA DE LA IGLESIA

La parábola del ladrón, como las demás parábolas sobre la vigilancia, guardan en la actualidad todo su valor y su sen­tido más profundo.
Como nuestros primeros hermanos en la fe, ignoramos el día y la hora de la gloriosa Venida del Señor y del fin del mundo. Pero sabemos que, mientras ese momento llegue, habrá para cada uno de nosotros "un Día", "mi Día, el de mi en­cuentro personal con Dios".
Hay que estar preparados para ese Día, viviendo en la fe, en la esperanza y en la caridad, y sabiendo que "Dios no nos ha destinado para la cólera, sino para obtener la salvación por nuestro Señor Jesucristo, que murió par nosotros, para que, velando o durmiendo, vivamos juntos con El":  1Ts 5,9-10.


*Salvador Carrillo Alday M.Sp.S. LAS PARÁBOLAS DEL EVANGELIO. pags. 98-101  Instituto de Pastoral Biblica. México, 2011